Una chica totalmente imprevisible

Siempre fue de las que giraba al contrario que la tierra,
en su piel era de día
cuando en la mía todavía era de noche.

Aún sigo buscando su sombra,
aún sigo esperando encontrarme con ella en eso que se forma cuando el cielo y la mar se besan.

Porque cuando el sol caía
era la única secuencia del día
donde en su piel y en la mía
siempre lucía el mismo color.

Todavía no he probado su sombra,
tampoco ella ha probado mi luz.

Todavía no sabe que la anhelo,
tampoco ella sabe que se siente al anhelar.

Me sentaré en el acantilado de mi vida,
con un beso irreal
entre el final del horizonte
y la mar.

No sé si ella vendrá.
Ella siempre fue de las que reía y lloraba
cuando la luz la rozaba.
Pero así era ella,

        una chica totalmente imprevisible.

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