Tu intermitencia, mama

Gracias por ayudarme a parar el tiempo,
por frenar una y otra vez todas las embestidas que acompasaban de forma irregular las pulsaciones de este desconsolado corazón.

Y a veces, ni yo me entiendo,
como voy a conseguir entender que tú siempre has estado sin estar,
que siempre me has cuidado sin cuidarme,
que siempre has velado por mi
sin mover un dedo desde tu naufragio.

Llevo tiempo buscando intensidad en un proceso formado por dos,
por ti y por mi,
por nosotros,
y no quiero nunca que pienses que me fallaste,
fallar es de almas que no se encuentran
y tal vez, tu y yo, a nuestra manera,
siempre hemos sabido encontrarnos detrás de cada tormenta que vivíamos.

Solo te pido que ahora elijas tu futuro,
que ya viviste un pasado,
que estas caminando por un presente inconexo,
ahora (como siempre) te toca elegir lo que tú y solo tú estas dispuesta a conseguir.

Los demás, algunos más, otros menos y otros tal vez nunca, estaremos detrás de la puerta esperando a que decidas dar un paso y comiences a vivir la vida que no es igual desde que faltas tú,

porque vivir con pena en el alma no te da la felicidad, ni a ti, ni a nadie de los que te rodeamos.

Solo quiero que sepas,
después de todo
que no te has perdido nada,
que lo has vivido todo conmigo,
a tu manera, con tu fugacidad intermitente en nuestro universo.

Aprende que no puedes modificar lo que ya has decidido, lo que decidiste,

quien quiera acompañarte que te acompañe,
quien quiera cuidarte que te cuide,
quien quiera formar parte de tus intermitencias que lo haga,

porque si algo he aprendido contigo,
es que es mejor vivir con tus intermitencias a vivir sin ti.

Y eso, es madurar.

Te voy a querer como tal vez nunca podré querer a nadie,
ni más ni menos,

solo a nuestra manera, mama, como tu y yo ya sabemos.

#FelizDíadelaMadre

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