Resulta terrible decir la verdad

Hace tiempo, alguien fue capaz de decirme: como era posible que haya almas que puedan cambiarte la vida, que puedan hacer de una vida llena se miedos e inseguridades, magia, con todas las letras. Hoy ese alguien, nada por el norte feliz, en plenitud, con un corazón al mismo compás que el suyo. Y sí, es cierto, resultó terrible decir la verdad, pero hoy se pudo ver que todo fue a mejor. 

Resulta terrible decir la verdad, si. He visto personas que amaban por doquier a quien no tenían en cada baldosa, durante años, y siguen en su irremediable e ilógica mentira.

He visto almas armadas, disparando balas de norte a sur, acribillando a cualquiera que se acercaba, en su día mataron el amor, lo buscaron tras fronteras y sexos, lo siguen buscando, o eso creen, no se puede amar si no se para de disparar, no puedes amar un corazón que no late por culpa de una bala.

He visto muchos corazones revueltos, que deambulaban por cuerpos inconexos, por sabanas frías y ginebras tónica por los bares. Esos corazones siempre han sido los más rápidos a la hora de latir, pero los mas lentos a la hora de amar.

He conocido a mucha gente diferente. Hace nada, una persona me escribió, me pidio de forma exuberante que no dejara de escribir, que hiciera de este viaje por tierras británicas mi musa particular para usar papel y letra ante todo, y contra todo. Tenía razón. 

No permitáis jamas abandonar una pasión solo por sentir que no es el momento, por miedo o por a saber lo que dirán. Jamás.

Tengo amigos que no eran nada a la hora de escribir y hoy están volando en Madrid con su propio libro. La enhorabuena más gigante para él.

Resulta terrible decir lo que estas a punto de decir, y no dices. Lo que estas a punto de hacer, y no haces.

Tengo un gran amigo que se enamoró, pero de quien no debía, y eso le sigue arrastrando por donde pasa, pero nadie elige por quien se complica la vida, ni por quién se la hace más fácil.

Resulta terrible decir la verdad, pero no tengo otro remedio que escribirla. Tengo miedo, miedo de que la ladera por la que vemos el atardecer acabe deformándose, haciendo dos frentes separados por la inseguridad. Miedo a acostumbrarme, a que no veas el futuro como yo, a sentirme perdido, y no saber como volver a casa. A perderte, a que te des cuenta de que el peso del presente es mas ligero sin mi.

No sé como afrontarlo, como desagobiarme, como hablar ingles si no es haciéndotelo, como cuidarte la espalda si no se cuidar la mía.

Abro instagram, y estamos rodeados de marcas, de ropa, de influencers, de personas con estereotipos perfectos, con cuerpos redondeados por el esfuerzo (o el metabolismo), por superficialidad, por ideales, por quejas, miedos y bromas de cosas que no deberían de serlo, y seguimos viendo todo pasar, los trenes avanzan a toda velocidad y seguimos creyendo que así es como disfrutamos del trayecto, cuando ni si quiera nos hemos montado en ninguno.

-Mañana, que hoy estoy fatal-, como diría Pereza. Y mañana nunca llega, y seguimos apostando por la vida que tenemos, a pesar de todo lo que nos rodea, de todo lo que nos hace mal.

Estoy locamente enamorado de ti. Te escribo. Te miro dormida a mi izquierda, y suenan nuestras canciones, y todo funciona correctamente desde que estas ahí, desde que la desidia que dejaron en mi corazón otras almas fueron absorbidas por todas las brisas en las que me paraba para ver morir al sol cada atardecer. Pero duele ver como tus pestañas a veces mueren por quien te rodea.

Hay relaciones sanas, que las hacen tóxicas quienes les rodean. Pero no hay peor amigo que quien finge estar contigo solo cuando el interés llama a su puerta. Menos mal que hemos sabido ver quien sí, quien a veces, y quien nunca.

Y entre toxina y toxina tras la persiana de nuestra vida, hemos sabido reponernos. Hemos sabido nadar a contracorriente, a contra vela, a contra tiempo, a contra todo. Pero que voy a contar a aquellas parejas que saben, que amar mucho más que sentir, es compartir.

Pero duele ver como a veces, ese horizonte perfecto se rompe, como todo se hace cuesta arriba cuando parecía una recta sin curvas ni pendientes. Agobios, vidas dispares, estereotipos, otras personas, dificultades... todo eso, hace de realidades perfectas, sueños derrumbados.

De sueños
sueños profundos
se hacen
las realidades 
las realidades reales
para hacer
de un rincon favorito
el lugar más feliz del mundo
y no necesito
puntos
ni comas
para separar nada
que no queramos 
romper tu y yo

mi amor, tu y yo

Por eso, quien se este buscando, que deje de hacerlo, y se encuentre.

Quien quiera quedarse con las ganas, que se quede, y quien no, que lo haga.

Quien quiera acompañarte por el presente, que lo haga, quien no, no pasa nada, hay muchos más caminos hacia el futuro que los nuestros.

Quien quiera enamorarse, que lo haga, pero no acosta de otros corazones, sino porque el suyo de verdad sienta ese amor.

Resulta terrible decir la verdad,
hasta que la dices.

Y ahí, entiendes
que no importa cuantos naufragios hayas vivido
si la ola de vuelta te trata bien.

Que no importa cuanto miedo hayas pasado, si el fantasma de debajo de la cama te arropa cada noche.

Que no importa lo complicada que fue la ecuación de nuestra vida, si el resultado final es correcto.

Que la verdad libera
sana
repone
restablece

que la verdad solo es terrible, cuando no estas dispuesto a afrontarla.

¿No crees?

Comentarios

Entradas populares