Pequeños juguetes rotos

Son pequeños juguetes rotos, los que arrojamos al baúl de los recuerdos, que deshechamos como quien deshecha un mal libro de su estantería, como quién decide tachar los besos del vaho del cristal.

Arrancamos besos de bocas que sabemos que solo van a ser pasajeras, y dejamos al corazón con la miel en la boca de aquellas que igual si se merecían una oportunidad.

Nos matamos las ganas de estar con alguien por no ser capaces de compartir nuestro yo con esa persona, por miedo, por verguenza, por falta de madurez, y despues no paramos de gritar al cielo: ¿por qué no somos capaces de estar con otra persona?

Por eso, todos somos juguetes desechados, juguetes tirados a la cuneta por culpa de malos recuerdos y malas experiencias, juguetes deseando ser encontrados entre ese viejo baúl del fondo de la habitación, olvidado por culpa de las melancolias del ayer y los sueños frustrados del mañana.

Porque todos
somos viejos juguetes,
deseando ser elegidos entre las estanterías de las tiendas,
deseando ser nuevos otra vez,
deseando vivir nuevas experiencias,
nuevas emociones,
nuevas formas de vivir una vida,
que hace mucho,
que nos enseño,
que ser felices,
es sintiendote cada día un juguete nuevo,
aún sabiendo,
que siempre seras un juguete roto.