Amor


No creo que sea maduro, ni siquiera creo que sea capaz de nada que lleve un esfuerzo, que lleve una propuesta de más. Me he besado una y otra vez las puntas de los dedos, esperando un atisbo de casualidad entre esta vida tan enrevesada.

Creo que siempre he entendido el amor como algo glorioso, como algo que debía ser único para que jamás se perdiera. Después de todo, después de (mi), he entendido que nadie va a dar lo que tu esperas recibir, nadie va a entender el amor como yo, ni acercarse.

Mi amor no es de cariño, ni de posesión, ni de hazañas, ni de torreones de rosas, mi amor es de dar, y no entiendo el amor si no es dando el 100%, en todo y por todo.

Me he terminado 4 libros en mi vida, jamás he ido al gimnasio mas de 3 días seguidos, nunca he estudiado mas de 2 días antes, ni si quiera tengo una canción preferida, me aburren. Nunca he terminado nada de lo que he empezado, y eso en pleno Siglo XXI es algo muy normal, ¿por qué? ¿por qué no somos capaces de más?

He empezado varias colecciones, una de botellas de alcohol, otra de productos de CocaCola, otra de figuras de cerámica, tampoco las he terminado nunca.

Y ahora, 31 de Enero, me doy cuenta de que no me encuentro, de que casi tengo 20 años y sigo igual, sin saber saltar el muro que separa mi raciocinio del de los demás.

Sin embargo, hablaré de amor a otros,
y me reiré,
porque el amor es saberte los lunares que unen su costado,
el amor es saber que cuando duerme se la hinchan los labios,
amor es estar de fiesta, bailando, riendo, y acordarte de esa persona.

Amor es amor, no es amor a medias tintas, ni amor a rebosar, el amor es amor, no se puede medir, solo se puede demostrar.

Por eso, ahora, creo que estoy en un momento de confrontación con el verbo amar, con la esquina de la pagina doblada de tu libro favorito, con el estribillo mágico de esa canción, con tu sudadera preferida, contigo.

Por eso, ahora, no se si sabré o no encontrar el punto fuerte de todos estos puntos débiles.

Aunque pensándolo bien,
son solo puntos,
puntos que se pueden unir con un boli de esos que he usado en todas las despedidas,
en todas las partidas,
en todas las veces que me rendí.

Por eso, tras restos de todo lo que he dejado a medias, de todo lo que no he sido capaz de intentar, de todo lo que dudé (y dudo)

tras todos esos restos

solo te voy a pedir una cosa:

"Ábreme"

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