Nuestra próxima obra de arte

Flotando sobre mi entendí que de poco valía volar si nunca eras capaz de poner los pies en la tierra.
De poco valía vivir si nunca ibas a ser capaz de avanzar.

Y me adentré en el marco que se formaba cuando atravesaba tu alma, me desnudé dentro de ella, te conté como giraba y siempre me caía, tu me contaste como nunca eras capaz de seguir sin mirar atrás. Y entre historia e historia nos colamos en ese bosque llamado "tempestad", vaya miedo sus afiladas ramas, dijimos.

Y no, sé que no es para tanto, que reir y llorar son dos términos dispares hasta que se funden tras un beso apasionado. Y sí, siempre fuimos mas de llorar que de reir, pero también seremos más de superar que de quedarnos atrás.

Ese bosque nos tragó, nos mostró la oscuridad como realidad, y creímos, como ingenuos, que la aventura esta de vivir siempre sería así. Y nunca supimos avanzar, ni si quiera retroceder, simplemente, nos sentamos a esperar.

Menuda espera, menudo momento, menudo lugar.

Nunca lo vimos venir, hasta ahora.

Ahora ya no nos sentamos a esperar, ahora el lienzo de nuestra historia ya solo es una obra de arte. Ahora ese bosque ya ilumina, ahora nuestra realidad es otra.

Ahora avanzar es nuestro nuevo lienzo en blanco, nuestra próxima obra de arte.

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