Te reirás. Me reiré.

Hacía un calor descontrolado entre esas 4 paredes rociadas con alcohol y lágrimas por el pasado. Yo me apresuré al centro de la pista, sonó Leiva, también cantamos a Melendi a viva voz, no sé si me quedé sin aliento, o si los daños mal curados me desgarraron las cuerdas vocales cantando esa canción.

Me puse a bailar, me agarré a mis amigos, me sentí libre, o al menos, un poco más vacío de equipaje.

Me giré, la vi, bailabas al son de una música que solo tenía letra, pero tu eras capaz de ponerle compás a cualquier cosa.

Reíamos por separado, bailabas, yo te cantaba, me mirabas de reojo, te sonrojabas, cruzamos miradas, nos reímos.

Menuda tontería, no tuve valor para cogerte por detrás y girarte. Me apresuré a la barra, pedí una cerveza, me la bebí, volví, ahí seguías, riéndote, te mire fijamente, te diste cuenta, apartaste la mirada.

Todavía pienso en ese segundo inestable en el que cruzamos miradas. No tengo ni idea de su nombre, ni si quiera se de donde era. Solo sé, que en aquel bar, nos hicimos hogar solo con mirarnos.

Volveré al bar.
Te volveré a buscar. Volveré a cantar Melendi mientras tu te mueves. Y me quedaré embobado mirándote.

Te miraré, me acercaré y te diré:
-"ya no hace falta que me mires de reojo, ya puedes mirarme de frente"

Te reirás.
Me reiré.

Comentarios

Entradas populares