ANTE LA DUDA

Ante la duda, es mejor dejarse llevar, dejar que todo siga su curso, que todo vaya y venga a su antojo, porque nada es incomparable a las ganas que tienes de que esa duda se aclare, se esfume, se vuelva una respuesta.
Y aunque el mundo se deshace a cada paso que damos y los milagros son cada vez más imposibles, nosotros seguimos siendo igual de ilusos, igual de confiados, seguimos arriesgándonos por lo dificil, lo raro, lo incomprensible... Pero nos gusta, y no podemos evitarlo.

Algunos opinan, que ante la duda lo mejor es apostar, arriesgarse, ir decidido hacia la meta. Opinan que las dudas tienen que despejarse, y si no actuas no se despejan, se quedan ahí, varadas por tu subsconsciente, olvidadas en algun baul que igual nunca más sera abierto. Las dudas quieras o no, terminan pesando, y es un peso que siempre vas a llevar, que no se esfuma, que al recordar lo que pudo o no pudo ser, te va a arrancar una lágrima, dos, tres y todas las que vengan detrás.

Ante la duda, no lo dudes, porque el dudar te hace perder, igual te arriesgas y te equivocas, y pierdes lo que tanto querías, lo que tanto anhelabas tener. Pero si lo pierdes, nunca lo puedes ver como un fracaso, ni como una pérdida de tiempo, porque si nunca intentaramos nada de lo que nos proponemos, todo, absolutamente todo, estaría destinado a fracasar.

Por lo contrario, si ante la duda, te arriesgas y lo logras, veras tus necesidades satisfechas, las dudas dejaran su lugar a la felicidad, a lo que estas a punto de vivir y eso es la mayor recompensa que cualquier persona puede tener.

Ante la duda,
quemate las ganas
y quemale las ganas,
a esa chica,
a ese chico,
a esa asignatura que se te atraviesa,
a ese gol que no entra,
a esa cara llena de lágrimas,
ante la duda,
no te olvides,
que la felicidad,
está resolviendo la duda.