Brindemos por cada fracaso
Me puse a
escribir esta carta para intentar desordenar un poco los viejos
recuerdos, para buscarme mientras me perdía entre frase y frase. Decidí
dejar que la marea me llevara, muy adentro, muy al fondo, deseando
dejar de ahogarme entre copa y copa, para empezar a ahogarme en pleno
oleaje del mar, pero ni una, ni la otra, ha resultado ser buena opción,
la verdad.
Primero decidí terminar con los tópicos
del ayer, para empezar por reconstruir los tópicos del hoy, pero en este
proceso de reconstrucción es donde empece a sustituir las penas por
alegrías, los intentos fallidos por una nueva superación, los lagrimones
de media noche por las sonrisas nada más despertarme. Y ahí es cuando
supe darme cuenta, que los fracasos no son un problema para nosotros,
nuestro problema es el concepto de no ser capaces de asumir un traspies,
un ¿por que no lo he conseguido?, nuestro problema, es la falta de
madurez para entender, que fracasar no es un inconveniente, sino una
ayuda para saber sobreponernos a todo lo malo que nos viene y nos va a
venir.
Por eso equivocarnos no es mas que una
parte más de nuestra vida, no es más que una toma de decisiones
erroneas, equivocarnos es casi mas común que acertar, y quién diga lo
contrario, miente.
Por eso os animo a
equivocaros, todo el rato, siempre, os animo a que os arriesgueis, a que
jugueis al poker sin mirar las cartas y lo aposteis todo, a que salteis
al vacio sin paracaidas, sin arnés, sin nada, a que mireis de frente al
toro y ni os movais, de veras, nunca os quedeis con las ganas, con la
sensación de lo que pudo o no pudo ser, porque esa sensación os va a
perseguir para siempre.
Y si despues de
quitarnos los miedos y de intentarlo, nos equivocamos de verdad, la
cagamos bien cagada, en ese momento, es cuando nos toca brindar, con
Champan, del bueno, del de 200 euros, ese que solo se abre en ocasiones
puntuales, normalmente para los triunfos y las victorias, ese con el que
brindamos cuando creemos ser felices.
Pero estamos en el momento de
romper con esos tópicos de los que hablábamos antes, y empezar a brindar
cuando fracasamos, cuando nos perdemos nosotros mismos, cuando perdemos
oportunidades una detrás de otra, por que cuando lo malo nos ataca, es
porque algo muy bueno esta apunto de llegar. Y eso, hay que celebrarlo.
Por eso,
te animo a fracasar,
a fallar,
en el amor,
en los estudios,
en la amistad,
porque detras de tanta derrota,
hay una victoria,
la victoria de tu madurez,
de tu vida,
la victoria de llegar a un punto en el que sabes,
con quién sí,
y con quién no,
cuando sí,
y cuando no,
y eso amigo,
es para celebrarlo.
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